Cómo reconocer la “edad del pavo” en tu hijo o hija

  • La “edad del pavo” está llena de cambios físicos y psicológicos

Cuando los chicos y chicas empiezan a acercarse a la adolescencia, son muchos los cambios que se producen en su aspecto físico y en su personalidad y que no solo desconciertan a los padres, sino también a ellos mismos.

1 ¿Cuándo empieza?

La famosa “edad del pavo” suele comenzar en la pre-adolescencia, que tiene lugar a partir de los doce o trece años de edad. El tiempo de duración dependerá de cada persona, aunque suele llegar hasta los diecisiete o dieciocho años.

2 Cambios físicos

Los cambios que se producen en el cuerpo de los jóvenes son muy fuertes y provocan su desconcierto y les crean inseguridades. La aparición del vello corporal, el cambio de la voz en los chicos y la menstruación y el aumento del tamaño de los senos en las chicas hacen que los jóvenes se vean muy distintos y que empiecen a sentir el deseo de agradar a los demás con su nuevo aspecto.

3 Cambios en la personalidad

Aunque los cambios físicos son, a priori, los más visibles, los cambios en la personalidad son todavía más fuertes y los que más sorprenden a los padres, ya que el niño dócil y amable de hace unos años ha dado paso a un joven con un carácter más difícil y distante. Los principales cambios que se producen en la personalidad de los chicos y chicas que se encuentran en la “edad del pavo” son los bruscos cambios de humor, que la familia pierde importancia y el grupo de amigos se convierte en el eje principal de sus relaciones sociales, que empiezan a interesarse por el sexo y a mantener relaciones sexuales, que se muestran rebeldes con los adultos pero son fieles a las costumbres y creencias de su grupo de amigos, que comienzan a plantearse cuestiones como la religión o diversos conceptos abstractos que antes no habían tenido en cuenta y que, en algunas ocasiones, pierden interés por los estudios.

4 Cada persona es un mundo

A pesar de que los síntomas mencionados en el paso anterior son los más frecuentes, cada persona es distinta y no todo el mundo se comporta igual cuando se adentra en la “edad del pavo”. Hay jóvenes más tranquilos y otros más rebeldes, algunos más familiares y otros que solo piensan en huir de la familia y salir con los amigos… Cada persona es un mundo y las reacciones no siempre serán las mismas.

5 Formas de actuar

La “edad del pavo” es una época de cambios que hay que pasar y que no resulta fácil para los padres. De todos modos, deberás tener mucha paciencia e intentar, aunque sea difícil, establecer un vínculo de confianza con tu hijo o hija para que te cuente sus dudas, sus problemas y sus inquietudes y que vea en ti a alguien que puede ayudarle. Además, debido a la fuerte influencia que causan sus amigos sobre ellos, es importante que vigiles cuáles son sus compañías para ver si son o no recomendables para tu hijo.

Por otro lado, no le agobies; déjale que respire y que haga cosas solo, ya que es una época en la que empiezan a querer ser más independientes y debes permitirles tener cierta libertad.

Finalmente, en cuanto al sexo, posiblemente pienses que es muy joven para mantener relaciones sexuales. No obstante, ten en cuenta que prohibiéndoselo no conseguirás nada. Lo mejor es que te asegures de que tiene una buena educación sexual y de que hará las cosas con sensatez.

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